sábado, 27 de enero de 2018

LA ILUMINACIÓN Y SU RELACIÓN CON LA HIGIENE Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO.



Desde el punto de vista de la Seguridad  y Salud Laboral, la capacidad y el confort visuales son importantes, ya que muchos accidentes se deben a deficiencias en la iluminación o a errores cometidos por el trabajador que le resulta difícil identificar objetos o los riesgos asociados con la maquinaria y el entorno de trabajo.
La iluminación se puede definir como la aplicación de luz a los objetos, o a sus alrededores para que se puedan ver.



Si consideramos que las personas pasan gran parte del día en sus puestos de trabajo, entre los aspectos a considerar en el ámbito de la seguridad y salud laboral es la regulación de la luz a lo largo de su jornada.
Bajo el punto de vista de seguridad y salud laboral, la Iluminación en los lugares de trabajo necesita un determinado nivel de iluminación establecido ya sea natural o artificial. Esto último, dependerá de la actividad que se realice cada persona.
Los expertos en seguridad y salud laboral especialistas en iluminación, coinciden en que, la relación entre la luz y la salud visual están vinculados. No contar con esta condición, puede causar daño a la visión y aumentar el riesgo de accidentes.
Cuanto mayor sea la cantidad de luz y hasta un cierto valor máximo (límite de deslumbramiento), mejor será el rendimiento visual.

En este sentido, “el reto para las empresas es diseñar entornos de trabajo que puedan resolver de la mejor forma las necesidades concretas de cada puesto de trabajo, así mismo se enfrentan cada vez a mayores exigencias y deben adaptarse a continuos cambios, con el fin de asegurar los máximos niveles de bienestar, rendimiento, salud y seguridad en el trabajo”
Como las empresas quieren minimizar los riesgos de accidentes, deberían tener en cuenta la necesidad de invertir en iluminación de sus oficinas y lugares de producción como una forma de desarrollar ambientes seguros de trabajo que impulsen el bienestar y el rendimiento y reduzcan los accidentes.

Por ejemplo, la luz fría, más intensa y azul, ayuda a activar el organismo cuando se comienza la jornada laboral, después de almorzar y a última hora de la tarde. Mientras que la luz cálida, menos intensa, ayuda a relajarse en los descansos. Un buen diseño y un buen uso del espacio pueden mejorar el rendimiento de una organización hasta en un 15%. Y una óptima iluminación puede incrementar la productividad en un 10%.

El principal desafío en los proyectos de iluminación de las empresas es encontrar el balance justo entre la funcionalidad y riqueza visual y los gastos de instalación y mantenimiento. La iluminación supone alrededor del 35% del consumo de energía de una oficina y en muchos talleres con producción, un factor clave a la hora de lograr ahorros de consumo. Por su parte, la tecnología LED establece un nuevo estándar en el consumo de vatios por metro cuadrado, posibilita el ahorro de hasta el 85%.
La mayor parte de la iluminación existente en lugares de trabajo es anticuada e ineficiente, influye negativamente de diversas maneras, por ejemplo, produciendo fatiga ocular y disminución del rendimiento cognitivo y de la capacidad de resolución de problemas, en especial de las personas que trabajan con computadoras.
Sin dudas, afecta el humor y las relaciones interpersonales dentro del ámbito laboral.
Hay mucho por mejorar en la materia. Las nuevas tecnologías e innovaciones en sistemas ópticos ofrecen un abanico de posibilidades que generan beneficios inmediatos, como por ejemplo:
  • Lograr otorgar una mejor distribución de luz sobre los escritorios
  • Menor deslumbramiento
  • Disminución de los reflejos indeseables en las pantallas de los computadores;
Mayor concentración y productividad, entre otras.
 

RECOMENDACIONES
  • Determinar el valor de la iluminación sobre el plano de trabajo de acuerdo a lo establecido por la reglamentación del Reglamento de las condiciones, higiene .
  • El Servicio de Seguridad y Salud en Trabajo deberá efectuar mediciones de iluminación en pasillos, salidas de emergencias y lugares de producción.
  • Realizar un mantenimiento periódico de las luminarias (limpieza, cambio de tubos fluorescentes, entre otros).
  • Emplear iluminación natural cuando sea posible e iluminación artificial auxiliar cuando sea necesario.
  • Buscar una iluminación uniforme para evitar reflejos o deslumbramientos.
  • Utilizar persianas o cortinas para regular la contribución de la luz natural en el recinto.
  • Cambiar lo antes posible los tubos fluorescentes que parpadeen.
  • Controlar la luz emitida mediante difusores o rejillas.
  • Evitar una visión directa a la fuente de luz.
  • Eliminar las superficies de trabajo o las mesas brillantes.
  • Procurar que los colores de paredes, techos y superficies de trabajo no sean ni muy oscuros ni excesivamente brillantes.
  • Levantar la vista y enfocar un punto lejano para descansar.
  • Informarse de los riesgos existentes y de las medidas de higiene y seguridad que debe considerar.                                                                                                                                                                    




Fuentes: COVENIN 2249-93
 

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